Familias adoptivas, ¿por qué se comporta mi hij@ así?
Hoy, utilizaremos un documento gráfico visual, para daros claves útiles en la comprensión de determinados comportamientos disruptivos en niñ@s adoptad@s, mediante el análisis de la película española: "La Vergüenza"
Manu
es un chico de 8 años de origen Peruano; en su corta vida ha pasado por tres
familias y numerosos centros de acogida, actualmente se encuentra en régimen de
acogimiento por una familia española madrileña, la cual realiza una petición
para la tramitación de su adopción. La anterior familia, también española, de
Badajoz, descuidó bastante al crío en todos los aspectos, el más visible
estéticamente es el bucal, por ello, Manu asiste todas las semanas al dentista.
En cuanto a su historia familiar
biológica, solo se hace mención de la madre, Rosa, alcohólica y posible
toxicómana, que es apartada del crío por asuntos sociales de Perú cuando
todavía este es muy pequeño, por ello, el infante desconoce la existencia de su
madre natural, lo que influirá de manera significativa en su adquisición de
identidad y autoconcepto.
El
niño presenta trastornos de conducta, en un principio fue diagnosticado de TDAH
y le suscribieron tratamiento farmacológico, más tarde, volvieron a valorar el
diagnóstico como erróneo, pero sigue tomando la medicación en dos dosis
diarias, una de mañana y otra de noche.
Sintomatología y diagnóstico:
- Se come las uñas, nerviosismo.
- Numerosos episodios de ansiedad e impulsividad.
- Comportamientos disruptivos centrados sobre todo en
la figura del padre adoptivo: echa pegamento a la cerradura de casa, borra
un documento importante del padre, intenta matar unos peces, tira las
lentillas del padre al wc, etc.
- Desafía activamente a sus tutores negándose a
cumplir ciertas demandas.
- Déficit de atención y problemas de aprendizaje.
- No se identifica con su nombre adoptivo ni con el
de origen, sus tutores de acogida deciden ponerle otro nombre, Manu, al
que si responde.
- Enuresis diurna en estados de agitación
fisiológica. ("pipí")
- Retraído y poco comunicativo.
- Tristeza y llantos recurrentes.
- Discriminación social por parte de iguales,
bullying escolar.
Según
los síntomas observados, el diagnóstico de Manu se podría enmarcar en DSM-IV-TR
como un cuadro clínico combinado de trastornos de las emociones y trastornos
conductuales.
Debido
a sus antecedentes de adopciones, el pequeño procede de una familia
desestructurada, donde sufre su primera separación de su madre natural cuando
todavía es un bebé, más tarde pasa por múltiples centros de acogidas y varias
familias que de nuevo lo rechazan y lo abandonan, es importante señalar aquí,
que el pequeño es de origen peruano y que es trasladado desde su lugar de
procedencia a España, país con otra cultura y normas diferentes, por lo que
contribuye a una nueva pérdida, la de sus lazos culturales e identidad.
El
pequeño adquiere, tras sucesivos ensayos, miedo y ansiedad anticipatorios al
posible abandono, manifestado mediante tristeza, llantos, enuresis y
nerviosismo ante una nueva familia que finalmente otra vez se deshaga de él,
provocando también, una baja autoestima y autoconcepto con un consecuente
aislamiento social. Esta sintomatología se puede evaluar como Trastorno de
Ansiedad por Separación.
En
cuanto a los trastornos de conducta, cuya manifestación es más significativa,
el diagnóstico sería Trastorno Negativista Desafiante cumpliendo los criterios
de DSM-IV-TR. Su aparición se ha dado antes de los ocho años de edad, el crío
proviene de un entorno conflictivo, presenta conductas desafiantes y hostiles
hacia la autoridad familiar cuya duración es mayor de 6 meses, baja autoestima,
problemas de atención con posible hiperactividad y escasez comunicativa.
Lo
ideal sería para poder darle un enfoque sistémico global a la evaluación e
intervención, el testimonio de la familia biológica de Manu, en especial, su
madre y su padre natural, para que expliquen detalladamente su relación de
pareja si existió o no y las posibles causas que originaron la retirada de la
patria potestad; por otro lado, sería bastante significativo recabar informes
de los centros de acogida y de las familias anteriores en las que estuvo el
niño, para ver el trato y la relación que tuvieron con él. Por último y no
menos importante, sería esencial, obtener información detallada de los padres
adoptivos actuales, sus antecedentes familiares sanitarios, psicológicos y
relacionales y sobre todo, la relación de pareja actual de los adoptantes, para
verificar posibles conflictos internos encubierto que puedan influir
negativamente en el infante.
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